El mundo esta loco loco loco

jueves, abril 06, 2006

El verdadero sentido de la Pascua

En la Pascua, los judíos conmemoran la liberación de su pueblo, que estaba cautivo en Egipto, y cuya libertad, reiteradamente exigida por Moisés al Faraón, era constantemente denegada.
Esta liberación de la opresión egipcia es considerada por muchos judíos como el momento que marca el nacimiento de la nación judía.
Al mismo tiempo, es la fecha en la que, según los Evangelios, Jesucristo fue crucificado y resucitó, redimiendo al mundo del pecado original, debiendo recordarse que “la última cena”, previa a la pasión de Cristo, siguió, probablemente, los ritos la Pascua judía que aún hoy se llevan a cabo con el nombre de “séder”.
Pero, en realidad, deberíamos analizar si la Pascua no es la recordación de uno de los actos más repugnantes que la Biblia atribuye a Yahvé, el Dios de Israel y el Dios de los cristianos.
Porque la palabra Pascua viene del hebreo Pésaj que significa “saltear” o “pasar por alto”.
Según el relato bíblico del Éxodo, para chantajear al Faraón de Egipto y obligarlo a dar la libertad a su pueblo, el Dios de Israel “pasó por alto” las casas de los judíos, cuyas puertas estaban señaladas con la sangre de un cordero sacrificado, y entró en los hogares de todos las familias egipcias, para asesinar al primer hijo de cada familia, incluyendo en ese crimen múltiple al primogénito del Faraón.
Así fue como el Dios de Israel obtuvo la libertad de su pueblo.
Y, por ello y en la Pascua, los cristianos y, muy especialmente, los judíos podrían estar conmemorando el infanticidio masivo de los primogénitos de Egipto y la inmunidad de los hijos del pueblo de Israel.
Propongo a los lectores reflexionar desapasionadamente sobre estos hechos narrados por la Biblia.
Porque debe tenerse en cuenta que Yahvé, Dios omnipotente, no atacó al Faraón o a su ejército sino que, con toda deliberación, provocó las nueve primeras plagas en Egipto afectando a la población civil con el claro objetivo de aterrorizarlos.
Y, ante la terquedad del soberano de Egipto, consumó ese infanticidio que no tenía precedentes ni tuvo, después, hechos similares en la historia posterior.
Por otra parte, si leemos las diversas definiciones de Terrorismo en las enciclopedias y diccionarios veremos que se considera terrorismo a “...una sucesión de actos de violencia que se caracteriza por inducir terror en la población civil...”
Desde esta perspectiva, creo que debería pensarse si los acontecimientos que culminaron en la Pascua Judía y el Éxodo hacia la Tierra Prometida no fueron una sucesión de hechos de violencia que deben ser considerados como los primeros actos terroristas claramente documentados en la historia de la humanidad.
Cierto es que este análisis es provocador y que escandalizará a judíos y cristianos.
Pero no es mi ánimo provocar escándalo sino introducir una nueva mirada sobre el complejo y doloroso fenómeno del terrorismo, especialmente en Medio Oriente.
Porque, de la lectura desapasionada de esos hechos narrados por la Biblia, se podría desprender una clara apología del terrorismo, ya que no se considera esa masacre de primogénitos como un hecho deleznable, sino como algo bueno y necesario para la consecución de un objetivo, la libertad del Pueblo de Israel.
Analizar esta propuesta -no la afirmo, sólo la pongo a la consideración de los lectores- podría llevarnos a explicarnos mejor los diversos y extraordinariamente sádicos actos de violencia que el cristianismo ejecutó, en "defensa de la fe" y con absoluta tranquilidad de conciencia, sobre aquellos considerados herejes – judíos, musulmanes y protestantes- a lo largo de los siglos.
De ser cierto este concepto –insisto en que no lo afirmo, sino que lo propongo como idea- el nacimiento del Pueblo de Israel y su llegada a la Tierra Prometida se basaría en un acto de terrorismo.
Esto permitiría comprender también las razones por las que un pueblo, el judío, que sufrió a manos de los nazis el extraordinario terror de la Shoah -el espanto-, puede aplicar, impasiblemente, el extraordinario terror de la Nakbah -la catástrofe- a los palestinos.
Para finalizar, analizar la glorificación del infanticidio de los primogénitos de Egipto realizado por Yahvé, permitiría comprender el sustento religioso de los palestinos e iraquíes suicidas que, como Moisés, consideran bueno y necesario el sacrificio de inocentes para conseguir la libertad de su pueblo.

1 Comments:

At 10:45 p. m., Anonymous Anónimo said...

Eres un blasfemo, un enfermo mental sin medicación.

 

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