El mundo esta loco loco loco

martes, mayo 09, 2006

Carta abierta al espíritu del Dr. Favaloro

Estimado Dr. Favaloro
Lamento mucho su inútil suicidio.
Usted, probablemente, creyó que, de esa trágica manera, sacudiría a los argentinos y les haría pensar.
Inicialmente, cuando todo el país fue empapelado con miles de afiches mostrando su rostro, muchos pensamos que ello sucedería. Parecía que su muerte nos había llevado a ser más responsables.
Pero no ha sido así... Sólo eran lágrimas de cocodrilo.
Porque ayer hemos leído en los diarios que, si la Selección Argentina de Fútbol gana el mundial del 2006, a cada jugador le darán un premio de un millón de pesos.
Así, un puñado de futbolistas podrá ganar millones por algo que no es un aporte importante a la humanidad.
Mientras que los médicos, los enfermeros y los técnicos de su fundación, que viven estresados por la gravísima responsabilidad de efectuar transplantes, siguen “ganando moneditas” y arriesgando, además, su libertad y su patrimonio ante juicios por mala praxis.
De igual manera, los infectólogos del Muñiz y su personal viven con la espada de Damocles de contagiarse el HIV u otra grave enfermedad infecciosa y, también, “ganan moneditas”.
Y todo el personal del Garrahan, salvando la vida de miles de niños, así como los científicos que investigan una cura para el Mal de Chagas-Mazza o para el Mal de los Rastrojos, no reciben una retribución adecuada a la importancia de su trabajo.
Dr. Favaloro... me duele comprobar que la mayoría de los argentinos sigue valorando más una pelota bien puesta en el arco o una gambeta acertada, que el trabajo que usted hizo y que muchos como usted hacen, a diario, anónimamente.
Mi más sentido pésame.